El nacimiento de una divinidad

Dalí – 1960 Oleo sobre tela. 308 cms X 406 cms

Ilusionada de hablar, intercambiar y sentirte.

No te conozco mucho, me llamó la atención cuando te encontré, ver en tus ojos luz y vida, te sientan francamente bien. 

Como llegue aquí, por casualidad, no sabía nada, todavía hay muchas cosas que no sé.

No hay receta para esta vida, por suerte vengo con el disco solo medio lleno, pero se vacía y se llena de nueva información cada día.

Hoy el mundo nos obligó a parar y esta conexión empezó con vos casi por casualidad, casi sin pensarlo. 

Mi mundo es generoso, no contaba con ver esto. Ponés en valor todo lo que sé y me hacés interpretarlo de otra manera. 

Hoy el valor emocional es muy alto para todos y te pido que creas en mí, tiene que haber confianza.

Mientras te observo voy a tomar decisiones de manera intuitiva, voy a decir mi opinión; por favor, no me juzgues.

Sé lo que quiero, pero no hay una receta preconcebida. Pasa lo mismo con él vino, por eso quiero relacionarlo.

Estamos a tiempo de cambiar nuestra visión del mundo, de acercarnos con una nueva mirada a la filosofía, al arte, a la poesía y por qué no al vino.  Creo que todos tenemos derecho a expresar lo que pensamos y sentimos. Voy a intentar conocer el pasado antes de conocer el presente. Hacer o beber vino implica entrar en un diálogo con nuestros antepasados, congeniando dos partes, materia y espíritu.

Veo en vos una mujer con actitud pasional por lo auténtico, la estética y la calidad.

El vino se parece a quienes lo hacen y tu vino es resultado de mística, respeto y cariño.

Se transmite en la transparencia y ligereza de tu estructura, pero al mismo tiempo no dejo de sentir tu presencia. 

El mundo del vino y el arte está compuesto por personas y vos sos muy especial.

Estás en un lugar de reflexion impresionante, se te ve en los ojos, y en la relajación de tus labios. 

Me alegra haberte escuchado, estoy aprendiendo solo sintiendo gratitud en el sentido más amplio, me doy cuenta que cuanto más agradecida, más feliz soy.

La fuerza del querer, el poder de la intención, cosas que tal vez eran impensables como el escribir para mi, y hoy es mi mayor escape y conexión conmigo misma. Me enorgullece leerme. Me gusta la melodía que tiene, y se crea en base a una energía que me ayudás a construir.

El amor al mundo del vino me da una oportunidad para poder mostrar esta parte más de relacionarse, haciéndolo desde mi manera de ver la vida. El vino tiene esa parte de emoción, es un trabajo al igual que muchos otros pero en el arte de la repetición está la belleza, esa sensación de cuando haces un trabajo rutinario, pero nunca es igual. Cada día es distinto… cada día es un aprendizaje. Solo hay que estar atentos y curiosos. 

Yo tengo intención de crear algo en este momento pero quiero hacer las cosas de una manera distinta.

Veo ese juego de luces y sombras como mirás el terruño de Dios. Compartime un poco de lo que pensas y hacé crecer a todo el mundo, yo te voy a dar todo, me gusta más dar que recibir; compartir y enseñar para que el mundo del vino sea un poquito mejor, eso da sentido a mi vida.  Poder notar el cariño y amor de la gente. Tenés que quererlo. 

¿En qué focalizo la energía? Prestá dónde pones la atención.

Hoy tenemos la sensibilidad a flor de piel y siento el gesto sutil de tu presencia. 

Tu cara muestra madurez, sensibilidad y frescor también. 

Te acercás a un contacto más íntimo con el suelo de una manera muy amable. 

Muchas emociones empiezan a ligarse y empieza a mostrarse un cultivo muy especial.

El suelo es el que te sostiene y te nutre.

En tu cabeza percibo fluidez de los océanos y en tu cara la separación de nuestra tierra, hay muchos caminos separados y vacíos que son el resultado de nuestro egoísmo como individuos en este mundo y no entendemos que para salvarlo tenemos que unirnos y pintar una sola imagen.

Hay transparencia que deja ver el horizonte y ayuda a decidir para donde ir. 

Tenés un tacto más rotundo en la base de tu pecho. La montaña en tu interior muestra la fuerza de las intenciones.

¿De dónde sos? Sé sincera.

Yo sé que hoy tengo que probar vinos. Probar y probar para aprender y hacer crecer esa montaña. Antonio fue quien me dijo que para aprender de vino, había que beber.

Y hoy encuentro esta hoja en blanco para expresarlo.

Me gusta la montaña, lo asocio con el paisaje de mi país. Somos tierra de vinos los argentinos. Tengo sed de aprender sobre la cultura de este país y hacer homenaje a una generación que hizo todo por nosotros. 

Sentada en mi sillón, sorprendida y boquiabierta estoy dentro del juego.  Jugando y aprendiendo a que me guste equivocarme. 

Un vino es mucho más que un líquido y una pintura es mucho más que textura y colores. 

El vino te hace sentir, cambia tus emociones, transforma tu humor. Ese atrevimiento me abre el camino hacia la felicidad que estas iniciando vos, con tu textura intangible.

En el amanecer de la vida que nos toca vivir hoy siento algo de ambición, es importante, pero siempre a partir de ese amor que nos da la capacidad de asimilar, fuerza y luz.

Dejame beber de vos, aprender es el mejor oficio. 

Hoy estamos viviendo días que parecen durar años. 

Hojas en blanco, llenándose de un nuevo contenido.

Las emociones nos toca vivirlas a flor de piel dentro de nuestras casas, intentando sentir al máximo.

Es curioso, antes para vivir creíamos que teníamos que salir a la vida externa y hoy dentro de nuestras casas estamos empezando a ver una nueva forma de vivir. Las paredes que nos rodean son sólo límites físicos pero nuestra mente puede ir mucho más allá.  Empieza una bellísima amistad con nosotros mismos y con lo que nos apasiona.

         *      *      *

Es momento de interiorizar y encontrar en él vino una conexión que nos lleve a esta bella diosa mujer creada por Dalí.

Dejo de ser acomplejada, empiezo a soñar despierta y a compartirlo con ustedes.

Con mucho esfuerzo y sin planificación uno empieza a disfrutar de cada detalle que nos rodea.

Todo empieza por el amor a la viña, por los viajes y las comidas acompañadas.

Una cordillera montañosa, con una altitud que nos define, mucha lluvia en esta época, con temperaturas más templadas y frías en algunos valles. 

Para los argentinos es momento de poner en valor la región. 

Hubo un trabajo en equipo, de repensar, estudiar y equilibrar para mostrar la riqueza de cada rincón que tenemos. 

    *      *      *

Los viticultores de hoy, son buscadores de oro, buscan finura y sentido de pertenencia.

Un viaje hacia el alma de la tierra. Y vos nos mirás de arriba.  Detrás de ese ambiente de niebla entre las montañas, subimos un monte sin camino ni carreteras, y llegamos a unas praderas verdes con una liberación fluida de agua que relaja tu frente.

Lo más lindo de esta búsqueda es el camino hacia algo que nadie sabe, un camino sin un destino.

Estás hipnotizada, esperando encontrar algo. 

Me enamoré al minuto, estaba a años luz de lo que conocía. 

Hay momentos de esta escritura en la que me gusta quedarme en un segundo plano, no soy la protagonista. 

Intento ser precisa pero no técnica. 

Con esa mirada que nos dice que sos amante de los clásicos y también de los modernos. Cuál elegir, depende… esa es la reflexión que hacemos los sommeliers para ayudarte a escoger el mejor vino y hacerte pasar un momento único. 

No hace falta hablar, nos leemos, nos entendemos, hay una sinergia y un entendimiento muy grande.  Eso viene con la práctica y la sensibilidad del amor por lo que uno hace. 

  *      *      *

El protagonismo en esta obra de Dalí lo tiene la textura, el aire en su interior desde el fondo hasta la superficie pero se mantiene de pie gracias al equilibro por su acidez. 

Hace juego con canales de respiración que la tranquilizan, manteniendo el sentido del lugar.

    *      *      *

La sensación de mineralidad es hija del tiempo, tus ojos son una muestra de tiempo que emanan complejidad y profundidad. 

Hay una maceración larga, 60 a 80 días pero manteniendo importante frescura, acidez, y elegancia.

El suelo que te sostiene es bisexual, entre el granito y el calcáreo.  Dalí pone relieve en el paisaje, simple y sencillo.

Tu mirada es atenta y reflexiva, estas buscando una conexión.

Sé consciente, que te sirva como guía para poder elegir cuándo cosechar para vendimiar. Tiene que ser en el momento que la uva esté crocante. Hay veces que no se necesitan análisis de laboratorio solo probar y sentir.  Hoy modulo la frecuencia, saco el ruido de lo urgente que no nos deja escuchar lo importante.

Activo el músculo de la elección, imagino otras posibilidades e intento no resistir.

La vida es una aventura. 

¿Qué estás tratando de decirme?

Ya sé, se me mezclan todas las ideas, así funciona mi cerebro, ideas que van, vienen, entran y desaparecen al instante. Pero en tu cabeza siento que pasa lo mismo, la superficie de tu pelo no está bien definida, tenés aguas que se limpian y se oscurecen con el viento.

Tu ojo izquierdo color perla parece el lente de la esperanza, mientras que tu ojo derecho tiene el color de la incertidumbre. 

En ese momento te sentís al límite, abrumada pero es hora de pasar al siguiente nivel y dar comienzo a una nueva vida.

La naturaleza produce uva y luego es tu momento como mujer de intervenir y crear vino. 

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